Una de las entidades de ahorro de mayor tamaño y que cuentan con gran reconocimiento internacional pone en servicio un modelo de oficina (designada como «Oficina A”) con la intención de crear un ámbito particularmente significado, a modo de los centros representativos (stores) de las grandes marcas comerciales.
La intención de Caixabank es disponer de un espacio de estas características en cada una de las mayores ciudades del territorio. Esta oficina se configura a través de tres zonas (o franjas) bien diferenciadas:
La primera franja corresponde a la zona de cajeros automáticos que ocupa toda la línea de fachada y con voluntad de permanecer disponible las 24 h. del día (pavimento de gres y techo de aluminio).
La segunda franja corresponde a una zona particularmente amable y desenfadada, dotada de pantallas interactivas y una diversidad de asientos (cercanos al mundo del hogar) que facilita el recibimiento del cliente por parte de los empleados y el intercambio cercano y cómodo de información. En esta franja se dispone también la zona de caja y, en el extremo opuesto, una zona de bar (pavimento de madera y techo de madera).
Esta segunda franja es la que se puede considerar mas innovadora para una oficina bancaria y la que se acerca de manera decidida a estas zonas aparentemente informales que se han hecho habituales en muchos espacios de las grandes corporaciones. La arquitecta Sevil Peach tiene un buen catálogo de intervenciones con estas características, que denomina “espacios con corazón”. Equipar este espacio con mobiliario de la casa Vitra, ayuda a concretar esa voluntad ambiental.
Una tercera franja acoge los espacios más confidenciales, dotados de elementos fonoabsorbentes que acentúan el confort y disponen al diálogo pausado (pavimento de moqueta y techo de yeso).
Un elemento secundario pero con particular interés semántico, corresponde a una estrategia de convertir en tangible aquello que es intangible. Los bancos tienen a menudo dificultad para ofrecer sus productos (préstamos, valores, dinero, seguros, etc.) ya que son elementos intangibles; aquí presentan la iniciativa de ofrecer esos productos intangibles en cajas bien tangibles, de manera que el interesado en un producto pueda salir de la oficina con algo corpóreo que en su interior desvela su objetivo; si se acompaña de algún kit digital dentro de la caja, mucho mejor.
Texto y fotografías de Lluís Peiró.
Lluís Peiró es arquitecto, profesor y tutor del Postgrado en Diseño del Espacio de Trabajo // Máster en Diseño del Espacio Interior de la Escuela Superior de Diseño e Ingeniería de Barcelona, ELISAVA.