Toda implantación tiene su preexistencia. La escasez de terreno edificable y la sobreabundancia de patrimonio edificado en desuso conllevan la lógica de intervención en clave de rehabilitación y la acomodación de los espacios interiores resultantes para los nuevos usos. En esa lógica se inscriben también los nuevos espacios de trabajo.
En la reciente edición de 2015 del Postgrado en Diseño del Espacio de Trabajo de Elisava, hemos puesto a prueba el diálogo entre los nuevos usos y las viejas estructuras arquitectónicas, ubicando el proyecto en un conjunto edificado que forma parte del patrimonio Mundial de la UNESCO, como es el Recinto Modernista de Sant Pau.
Como sede para el proyecto se escogió el pabellón de Sant Rafael del Recinto Modernista de Sant Pau, uno de los 12 edificios que componen la parte central del conjunto arquitectónico proyectado por Lluis Domenech i Montaner y construido entre 1905 y 1930 para albergar el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo. Se trata del recinto modernista más grande de Europa, El conjunto ha experimentado recientemente un proceso de rehabilitación, para dotar a los pabellones construidos a principios del siglo XX de las más avanzada tecnologías, con la idea de ubicar en ellos instituciones de relevancia internacional, relacionadas con el conocimiento, la investigación y la innovación para responder a los retos globales de la sociedad del siglo XXI, en los ámbitos de la salud, la sostenibilidad, la educación, la cultura, y en atención a la movilidad, la globalización, y la incidencia social de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
De común acuerdo entre los responsables de las dos instituciones –Elisava y Fundación Sant Pau-, los estudiantes del postgrado en Diseño del Espacio de Trabajo de Elisava, afrontaron el desarrollo de un proyecto de implantación de espacios de trabajo para una hipotética delegación local para la región del Mediterráneo de una institución de relevancia internacional dedicada a la temática de la alimentación. La vigencia de esta temática, viene remarcada por el hecho de que 2015 es el año europeo del desarrollo, donde se incluye como objetivo prioritario la mejora de la nutrición mundial. También la recientemente inaugurada Expo Universal de Milán 2015, tiene como lema “Nutrir el planeta. Energía para la vida”.
Se trabajó estrechamente con los responsables del Recinto Modernista para alcanzar una definición del brief de proyecto que se ajustase a los objetivos de la Fundación Sant Pau, y, a la vez, cumpliese con los requisitos pedagógicos del curso. Los estudiantes debieron elaborar el ajuste de este programa en función de las características de la institución y el lugar en que se ubica. El proyecto debía resolverse dando cumplida respuesta a los condicionantes de un programa funcional basado en la mayor o menor movilidad del personal de trabajo –definición de puestos de trabajo fijos o no asignados-, y la continuidad espacial o la necesidad de privacidad de las diferentes áreas de la institución e incluso de éstas con el resto de instituciones que ocasionalmente puedan ocupar el centro. La propuesta tendría en consideración cuatro parámetros de actuación, o áreas, con los que habitualmente se define el organigrama de una institución de este tipo: Producción y Gestión; Difusión; Formación; Investigación. Ello supone la consideración de puestos de trabajo administrativo; biblioteca; talleres (pueden incluir zonas de preparación básica de alimentos; zonas de exposición; y salas polivalentes y una sala de actos. Era importante considerar la habilitación e espacios para la ubicación temporal de personal de instituciones locales.
Pero, sobre todo, debían tomarse en consideración, dado el caso específico del que se trataba, los aspectos ambientales. Se trabajarían y definirían todos aquellos rasgos que, a la vez que otorgasen un carácter diferenciado a la implantación, planteasen un diálogo respetuoso con la arquitectura en que iban a ubicarse. Se tomó nota, como ejemplo, de los casos reales ya ubicados en otros pabellones del recinto. Como proyecto de interiorismo, debía llegarse a un compromiso con los acabados materiales, la iluminación natural y artificial, y concretar el equipamiento mobiliario, sillas, mesas, archivadores, etc., y la gráfica aplicada.
Además la intervención debía ser coherente con los aspectos de ecoeficiencia y las instalaciones de nueva generación y la tecnología a disposición, ya inducidas por la propia intervención previa de rehabilitación del recinto y profusamente explicadas y mostradas in situ por los técnicos responsables del Recinto Modernista al inicio del proceso.
Asimismo debían valorarse los aspectos relacionados con el proceso de construcción, adaptados a tan señalada arquitectura.
Estas consideraciones fueron supervisadas a través del seguimiento continuo del proceso por parte por parte de los profesores tutores de proyecto del curso DEdT, así como de la jefa de Arquitectura y Patrimonio de Sant Pau, Mónica Asenjo. También cabe destacar la aportación de los conferencias de destacados profesionales como Nic Bewich (aMDL), Francisco Vázquez (3G Office) y Stefano Colli, consultables en livestream de ELISAVA.
Está previsto que los proyectos resultantes sean mostrados públicamente, para el período de primavera-verano del 2016, mediante la organización de una exposición en uno de los pabellones del propio recinto de Sant Pau.
Entretanto, ofrecemos aquí un avance de algunos de estos proyectos. Son proyectos que otorgan al espacio de trabajo un papel activo, no solamente a través de la propuesta de un marco estético o de una atmósfera determinada sino mediante una intensa conceptualización que implica un modo de crear cultura. Todos los proyectos tienen un lema y a su alrededor hay un modo de entender el mundo. La temática de la alimentación mundial y el singular contexto arquitectónico sirvieron de aliciente para ello.
Texto redactado por Ricardo Guasch, Director del Postgrado en Diseño del Espacio de Trabajo de ELISAVA
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